Entrevistamos a Pere Buil y Toni Riba, al frente del estudio Vora Arquitectura, y ganadores del último Premio Ciutat de Barcelona por el entorno del Mercado del Born. Con ellos charlamos sobre este proyecto, sobre cómo conciben la arquitectura y nos desvelaron algunos secretos. Aquí os lo contamos:
1. Como ganadores en la categoría de Arquitectura y Urbanismo del Premio Ciutat de Barcelona 2013, ¿qué sentisteis al ser conocedores de la distinción?
Nos sentimos halagados, está claro. Y también fue una dosis de motivación extra para continuar con nuestro esfuerzo diario. Los reconocimientos sirven básicamente para eso y para consolidar una cierta seguridad en los propios planteamientos, y más todavía si sientes admiración ética y profesional por los integrantes del jurado.
En el caso del Ciutat de Barcelona está “teñido” por una serie de consideraciones como la relevancia urbana, la carga simbólica en el momento político que estamos viviendo, un lugar con larga espera, pocas obras relevantes en la ciudad, etc… Hemos tenido mucha suerte de haber podido intervenir en este espacio y contexto concretos. Nos alegra especialmente que el acta del jurado hiciera mención al acierto del espacio público que atraviesa y rodea el edificio del mercado.
2. ¿Cómo definiríais el proyecto Born Centre Cultural y cuál creéis que es la característica más definitoria del mismo?
Si hablamos del espacio público ─el que hemos trabajado nosotros─, el aspecto más relevante es el regreso del espacio vacío alrededor del edificio, sobre todo en la parte delantera, un vacío que debe potenciar la realización de múltiples actividades colectivas.
El entorno del mercado del Born también se caracteriza por la expresión sobre el pavimento de conexiones a varios niveles con la historia y la memoria reciente del lugar, concentradas en este punto clave de la ciudad.
Si nos centramos en la reforma del mercado, obra del arquitecto Enric Soria, lo más relevante es que sea abierto, permeable con el espacio público (al menos tan permeable como lo era el mercado anteriormente), de acceso libre… También cabe destacar que la intervención haya podido mantener sustancialmente la emoción que provoca la relación visual entre los restos de la ciudad medieval derrocada y la potencia de la estructura del mercado que lo guarece.
3. ¿Qué representan los adoquines en vuestro proyecto?
En los entornos del Born el adoquín de granito representa una reconexión con los usos originales del mercado y con la arquitectura que lo rodea, todavía presentes en el imaginario colectivo.
También se trata de una estrategia de reutilización. Aproximadamente el 30% de la superficie está pavimentada con adoquín reciclado utilizado procedente de las calles antes de nuestra intervención, y se ha recolocado prácticamente todo.
El pavimento de adoquín ha sido estigmatizado en la ciudad durante mucho tiempo. Se tendía a proyectar un espacio público con pavimentos perfectos, precisos,… La irregularidad del adoquín reportaba a la Barcelona que se quería superar.
4. ¿Cómo os organizasteis para desarrollar el entorno al Mercado del Born?
El proyecto lo hemos trabajado con la ingeniería PCG. Su aportación ha sido muy importante para el éxito de la ejecución, sobre todo en la fase de obra, y nosotros concentramos los esfuerzos en los aspectos sustanciales de escala urbana y también de detalle y precisión.
En el proceso del proyecto también han participado otros muchos profesionales como: Anoche, en el alumbrado; Josep Selga, en el arbolado; o Isidre Pastor ayudándonos en la interpretación arqueológica…
5. Es también de estricta actualidad el proyecto de la Plaza de las Glorias, en el cual Vora Arquitectura fue finalista. ¿Os encontráis en el mejor momento de vuestra trayectoria?
Es un momento dulce en cuanto a presencia y reconocimiento profesional. Pero lo entendemos como un hecho bastante casual… quizás hay algo de evolución generacional, vamos dejando de ser “los jóvenes” y nuestra generación poco a poco se va poniendo en una posición más visible.
Pero a pesar de todo, es uno de los momentos más complicados a nivel empresarial, las condiciones son durísimas y estamos en una situación límite constante, con expectativas siempre a cortísimo plazo.
6. ¿Qué proponíais para el futuro pulmón verde de Barcelona?
Al concurso de Glòries nos presentamos con un equipo bastante particular. Éramos 11 equipos de arquitectos de nuestra edad (sobre los 40 años) con actitudes compartidas, que nos habíamos agrupado por las ganas de debatir y replantearnos cosas conjuntamente. Glòries nos pareció el marco idóneo: entendimos el concurso como una oportunidad para reflexionar sobre el modelo de ciudad en el momento actual.
Nuestro proyecto es una propuesta de futuro en la dirección que entendimos que debería evolucionar Barcelona. Interpretamos la centralidad de les Glòries como la semilla de una regeneración urbana necesaria.
7. ¿Qué perspectivas de futuro tenéis que podáis desvelarnos?
Estamos a punto de empezar las obras de reforma del patio del edificio de Cibeles del Banco de España (en Madrid), un proyecto realizado conjuntamente con Virai Arquitectos. En este proyecto hemos seguido trabajando la relación de significantes e identidad sobre la superficie del pavimento que estamos trabajando en las últimas obras de espacio público.
Sobre la mesa tenemos la adecuación de un yacimiento romano en Barcelona ─una domus─, una operación muy pequeña dentro de un edificio municipal. Y la reforma de una vivienda en el Ensanche barcelonés, en un edificio afectado por la bomba del Coliseum.
Índice de lo que podrás leer en este artículo
En clave personal
1. ¿Cuáles son vuestros arquitectos de referencia?
Más que arquitectos de referencia, nos gusta hablar de las actitudes de los arquitectos, que son referencias a las que querrías asemejarte. Toni Gironès, Josep Bunyesc, David Tapias, Arturo Franco, Lacaton-Vassal o Gion A. Caminata, por citar algunos nombres. Todos ellos, a su manera, son muy conscientes de su papel en la sociedad y en el mundo actual, así como coherentes en su pensamiento y obra.
2. ¿Alguna obra que haya influido en vuestra manera de hacer arquitectura?
Es difícil hablar de una obra concreta porque los intereses y las referencias van cambiando y evolucionando. Existen muchísimos proyectos que estimulan nuestra reflexión. Durante varios años nos sentimos atraídos por una cierta tradición de la arquitectura portuguesa, especialmente por la forma de trabajar que habíamos experimentado de cerca.
En general, nos interesan las arquitecturas que trabajan mucho desde la materialidad. Algunos arquitectos suizos e ingleses “jóvenes” (Zumthor, Märkli, Boltshauser Architekten, Caruso-St John…) son otros ejemplos. También nos interesa mucho la radicalidad de planteamientos que proponían y proponen Smithson, Lacaton-Vassal o algunos jóvenes belgas como De Vylder-Vinck-Taillieu, más cercanos a la inmediatez no impostada de la arquitectura vernácula.
Sin olvidar los proyectos que trabajan con la transformación de preexistencias y la superposición de significados. El Altes Museum de David Chipperfield en Berlín, por ejemplo, nos emociona bastante.
3. ¿Cómo definiríais vuestra arquitectura?
Cuesta definirse a sí mismo. Nuestra arquitectura podría definirse como sutil, discreta, no evidente. Es una arquitectura de síntesis, que a partir de la complejidad sedimenta en una cierta contención formal.
También nos gusta pensar que nuestra arquitectura transforma las realidades sobre las que actúa, desde la superposición intrincada, no desde la imposición. Actúa sobre la identidad de los lugares, añadiendo niveles de lectura más allá del espacio, la vivencia y el confort: nos interesa que nuestros proyectos “comuniquen”.
4. ¿Cuál de vuestras obras creéis que os representa mejor?
El entorno del Mercado del Born, quizás porque es la última y es la que transmite más cómo somos ahora mismo.
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