Espacios estimulantes, prácticos y muy cool. En los últimos años, varios estudios han logrado dar una vuelta de tuerca a la arquitectura de guarderías. El diseño de estos centros, en los que la iluminación y la polivalencia son especialmente importantes, es determinante para generar el ambiente idóneo para los primeros años formativos de los niños. En este post os mostramos tres centros −uno catalán, uno chino y uno noruego− que hacen realidad los sueños de sus pequeños usuarios (y de los no tan pequeños).
Índice de lo que podrás leer en este artículo
Escola Bressol en Vilanova del Vallès
Diseñada por David Sebastian y Gerard Puig Arquitectes, esta guardería se erige sobre una antigua granja. La obra, concebida como un híbrido entre el edificio existente y la nueva construcción, consta de diferentes bandas que penetran en la estructura de la casa de acuerdo a los requerimientos del proyecto.
En la planta baja del edificio se encuentra la guardería, mientras que en la primera planta se halla una sala polivalente. Dada la naturaleza de terrazas de la trama, para entrar a la guardería es necesario un descenso de doble rampa, que también permite acceder a la sala polivalente mediante una pasarela, que prácticamente se encuentra al nivel del suelo.
La fachada sur está cubierta por una primera banda de hormigón que sustituye a una sección de la parte baja del edificio anterior. Desde ésta se abren las salidas a la zona de juegos y a un porche cubierto. Al nivel de las aulas, una segunda banda construida con piezas de hormigón forma un suelo suspendido que sirve de terraza de la sala polivalente.
Una primera banda de hormigón recorre la fachada sur y reemplaza una sección de la parte baja del antiguo edificio con el fin de incorporar las salidas de la escuela de la zona de juegos y un porche de protección.
Una segunda banda, a la misma anchura que los salones de clase, se construye de piezas prefabricadas de hormigón que forman un suelo suspendido para servir como una terraza para el salón de usos múltiples.
Con el objetivo de generar un espacio para la pasarela de madera y ocultar la pared lateral, esta segunda banda se vuelve vertical. Una franja de baldosas de cerámica crea un tragaluz en el pasillo que conduce a la sala polivalente, a la vez que rodea los aseos. Por último, una última banda delimita la zona de recreo.
Una de las claves del proyecto es la mezcla de materiales, que transmite una sensación de serenidad que elimina cualquier exceso de estímulos. Otros aspectos, como la decoración y el color, se dejan en manos de los alumnos y sus maestros, que podrán renovarlos siempre que quieran.
Fotografías: www.adriagoula.com
Guardería Loop
Este proyecto, obra del estudio pequinés de arquitectos SAKO, nos traslada a un mundo de color, geometría y espacio. Esta genial guardería se levanta como un volumen circular aplastado, donde cada habitación es curva e incluso las ventanas están redondeadas en sus esquinas.
La paleta de colores del proyecto está compuesta por los 18 tonos del arco iris, que se gradúan por todo el espacio, incluso a través de los techos y alrededor de las ventanas. Las aulas se distribuyen alrededor del perímetro del edificio −de tres pisos de altura− y las áreas de juego se ubican en el centro, una zona visible para la mayoría de los adultos y en la que los niños pueden jugar y disfrutar del aire fresco.
Entre estas áreas de recreo se encuentran un espacio al aire libre en el primer piso y una zona de juegos cubierta en la planta baja, dividida en dos niveles llenos de colorido, columnas y plataformas escalonadas. En la planta baja, unos embudos de vidrio aportan luz desde el nivel superior, que se suma a la luz generada en los tres patios circulares que pueden utilizarse para diferentes actividades o como zona de recreo cuando no acompaña el buen tiempo.
Una enorme incisión en forma de arco penetra a través del edificio para crear una gran entrada, donde unas escaleras simétricas conducen hasta el patio del primer piso. Directamente encima, se encuentra un tragaluz circular. La última zona de juego es la terraza superior, cubierta por césped artificial, a la que se accede a través de cuatro escaleras exteriores de distintos colores y que, al igual que la entrada, penetran en el edificio, modificando su geometría.
Jardín de infancia en Tromsø
Este proyecto nace a raíz de un concurso organizado por el municipio de Tromsø, en respuesta a la decisión del gobierno noruego de garantizar la asistencia de día para todos los niños. La obra forma parte de un total de siete guarderías que engloban un concepto básico similar, con alguna variación en las zonas comunes y con distintas soluciones para las zonas de juego.
Obra del estudio noruego 70°N arkitektur, la concepción general del jardín de infancia se organiza a través de una serie de zonas longitudinales: el área de juegos exterior, las terrazas al aire libre con techo para proporcionar un buen microclima (muy importante en estas latitudes) y una “calle interior” con áreas de juego de agua y jardines de invierno. Todas estas zonas contribuyen a hacer una transición suave desde el exterior hacia el interior, pasando de los espacios abiertos a las zonas más íntimas y protegidas.
Este concepto de jardín de infancia alberga la posibilidad de tener salas multifuncionales. Con movimientos muy simples, cada habitación puede transformarse en nuevos espacios polivalentes. Existen varias combinaciones y acciones conjuntas de las habitaciones y los espacios.
El proyecto se divide en cuatro bloques básicos, destinados a distintos grupos de niños. En cada unidad hay grandes puertas correderas que dan a la «calle interior», donde los niños pueden circular con sus bicicletas y motos de juguete.
En cada unidad hay un rincón de lectura y una pequeña cocina. Desde aquí, una estrecha escalera conduce a un acogedor loft, un espacio adaptado a las proporciones y la escala infantiles. La entreplanta tiene muchos agujeros de observación y aberturas con plexiglás. En el techo, una cúpula de cristal permite observar el cielo y contemplar las nubes y las estrellas.
Leave a Comment