Estudio de arquitectura: MELEROarquitectura.es
Tipo de inmueble: Vivienda
Ubicación: Travessera de Les Corts, Barcelona
Área: 79,42m² interiores, 15,07m² exteriores
Arquitectos: Juan Melero y Víctor Pareja

La tercera entrega de ‘Proyectos encantadores’ nos muestra una rehabilitación de 360º, a cargo del estudio Melero arquitectura. Ubicado en el barrio barcelonés de Les Corts, este curioso piso de 80m² sufrió una de las reformas más completas a las cuales hemos podido tener acceso. El encargo por parte de los propietarios consistía en reformar totalmente la vivienda de origen, creada en los años 70, para transformarla en una vivienda contemporánea y acogedora, que se alejase del frío estilo minimalista y potenciase la amplitud de espacios y la entrada de luz natural. El reto estaba servido.

Construida en los años 70 y con una superficie útil de aproximadamente 80m², la vivienda estaba distribuida de una manera muy fragmentada, con muchas habitaciones de tamaño reducido y con escaso acceso a la luz natural. El objetivo principal del proyecto consistía en conseguir transformar el piso en una vivienda de espacios amplios, de mayores visuales y mucho más luminoso.

Modificando la distribución de la vivienda se consiguió cumplir con uno de los objetivos principales: abrir espacios y visuales. De esta manera, el conjunto formado por el acceso, la sala de estar, la cocina y el estudio adquirieron otra dimensión. Con la nueva distribución, estos espacios podían considerarse como cuatro piezas independientes, pero también se entendían como un único espacio, grande y luminoso.

Junto a la luz natural, la iluminación también fue otro aspecto clave en esta rehabilitación. La utilización de luz directa y de luz indirecta (LED) ayudó a remarcar espacios, contribuyendo a conseguir estancias acogedoras y modernas. A la hora de escoger el pequeño material eléctrico se optó por la serie de mecanismos Iris de BJC, cuya estructura fue diseñada para garantizar una instalación fácil, rápida y cómoda. Como se puede apreciar en las fotografías, se apostó por embellecedores de color blanco, acordes a la estética de la nueva vivienda.

Los colores empleados en la decoración del piso también ayudaron a conseguir el objetivo del proyecto. Los blancos rotos aportan luminosidad, mientras que los colores terrosos del pavimento, y también de parte del mobiliario, aportan calidez. A petición de los propietarios, para el pavimento se escogió un gres porcelánico imitación madera, resistente y duradero, que no fuera un problema con un perro de grandes dimensiones.

Este espectacular lavado de cara a esa vivienda de los años 70 también sirvió para dotarla con unas instalaciones y un grado de confort muy superior (aislamientos térmicos y acústicos). En el caso de este proyecto, el estudio Melero arquitectura no solo diseñó los espacios de la nueva vivienda, sino que también se encargó del diseño de gran parte del mobiliario.

Fotografías: www.dannygibert.com