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Una vivienda concebida como “un espacio de posproducción de memoria, vivencias y deseos”. Este fue el encargo a partir del cual el estudio madrileño Elii (Everyday life invents itself) proyectó House of Would. Se trata de una vivienda unifamiliar industrializada formada por siete módulos de madera de idéntica geometría que se ordenan en torno a un patio central.

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Ubicada en una parcela de 1216 m2 en el término municipal de Pedrezuela, a 45 km al norte de Madrid, House of Would presenta una organización flexible y funcional. Cada módulo se especializa en distintas situaciones domésticas, según las necesidades funcionales. Para ello, las dependencias más privadas se sitúan fuera del alcance visual de los transeúntes, consiguiendo de esta manera la intimidad deseada. Asimvivienda-industrializada architect.bjc.esismo, los espacios más públicos se elevan sobre el resto de estancias para poder disfrutar de las vistas paisajísticas que ofrece la ubicación de la vivienda. Para conectar los siete módulos se instalaron puentes, que sirven a la vez para graduar los “niveles de privacidad”, como los arquitectos lo denominan.

La estructura de los forjados, las cubiertas y los muros portantes de la fachada se resuelve mediante el sistema de paneles de madera preindustrializados. Además, la fachada exterior y las cubiertas de la vivienda, que cuenta con una superficie de 211 m2, combinan acabados en madera y policarbonato traslúcido. Con el objetivo de fomentar la reutilización del agua, las distintas cubiertas integran un sistema para recoger el agua de la lluvia que se utilizará para regar el jardín.

Una de las características definitorias de las construcciones modulares, aparte de acortar los plazos de ejecución de una obra, es la sobriedad en los acabados. En este caso, los mismos arquitectos explican la idea utilizando una metáfora informática: “La vivienda es el hardware y las prácticas cotidianas son el software”.

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Fotos:  © Miguel de Guzmán