La arquitectura es la manifestación artística por excelencia que traspasa los siglos dejando obras en cada generación.

El arte gótico, fue abordado por primera vez desde el punto de la arquitectura, aunque más tarde otras disciplinas como la pintura o la escultura se sumaron para completar las obras de arquitectura gótica.

Hoy  en nuestro post, vamos a analizar las principales características de la arquitectura gótica y su influencia en la sociedad y en los edificios públicos.

La historia viaja a través de la arquitectura

 

Fuente imagen: https://estudiandoloartistico.wordpress.com/2015/03/06/origen-y-fases-de-la-arquitectura-gotica-francesa-preclasica-clasica-y-radiante/planta-y-alzado-de-la-catedral-de-chartres1/

Por todos es conocido, que durante la Edad Media el románico era el estilo arquitectónico principal tanto para los edificios públicos como por supuesto los edificios de carácter religioso.

Tenemos que viajar hasta los últimos siglos de Edad Media para encontrarnos con el nacimiento de este nuevo estilo desarrollado principalmente en la Europa occidental.

La sociedad de la Edad Media era un fiel reflejo de sus construcciones, como es habitual, la arquitectura refleja las costumbres y situaciones del desarrollo social de sus gentes, por ello, encontramos en el románico un estilo “oscurista”.

Es en el arte románico donde vemos construcciones tanto civiles como religiosas de escasa altura, con pequeños ventanales en los que apenas pasa la luz, proyectos muy delimitados que se alinean con la estructura social de la época.

Es con la llegada de la arquitectura gótica que todo eso va a sufrir un cambio radical. Frente al oscurismo  de la baja edad media llega el arte gótico, la elevación de formas y estructuras de forma prodigiosa llenas de luz.

Esta nueva tendencia artística cala en las masas sociales y artes plásticas como la pintura y la escultura se como soporte arquitectónico para la culminación de los nuevos proyectos.

Principales características de la arquitectura gótica

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Desde su inicio la concepción de los edificios parte de un punto claramente diferencial de su antecesor arte románico. En los nuevos proyectos, se valora la atemporalidad de la obra y los arquitectos que van a proyectar los edificios asumen que difícilmente los verán terminados.

El arte gótico va a fluir por los siglos, rematando sus obras a través de las generaciones y el paso de los años, sin un plan arquitectónico rígido que permite incorporar, evolucionar y enriquecer cada una de las construcciones.

Uno de los casos lo encontramos en la catedral de Florencia, que se había iniciado por un desafío entre familias nobles y no existía una planificación previa.

Arquitectura gótica: Fuente de luz

Son muchos los edificios que van a beber de este nuevo estilo arquitectónico, seguro que la mayor parte de nosotros identificamos el arte gótico en catedrales, no obstante, serán muchos edificios de uso civil los que también van a participar de esta nueva concepción del arte.

Esta concepción del arte aporta una nueva visión del mundo. Un mundo, en el que la luz es la principal protagonista. Atrás quedan las construcciones románicas en penumbra para dar paso a espacios que se caracterizan por la fuerza de la claridad.

El fundamento de la arquitectura gótica parte de la evolución social hacía un mundo humanista, y apoyado en esta tendencia, libera al hombre de sus sombras y le acerca a luz, como simbología de la cercanía del ser humano Dios.

La luz ya no figura en las pinturas sino que forma parte del espacio, luz general y luz difusa, que no se concentra en puntos sino que transfigura y colorea las paredes de su entorno.

Vidrieras y rosetones

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Las vidrieras y los rosetones van a completar las construcciones góticas para dejar el paso de la luz. Hasta ahora, el uso del vidrio en las edificaciones románicas era meramente testimonial. En la arquitectura gótica van a ser el complemento perfecto para llenar de luz los espacios. Las vidrieras se constituyen como la principal forma de pintura monumental y se convierten en el vehículo perfecto para expresar escenas místicas y simbológicas del Cristianismo.

Los grandes ventanales del arte gótico propiciaban el escenario ideal para el arte de la vidriería, que aunque ya había tenido su evolución en periodos anteriores, las limitaciones de espacio del arte románico le impedían lucir en todo su esplendor.

Una de las muestras más representativas de la arquitectura gótica y el uso de los vitrales lo podemos encontrar en la Saint Chapelle de París. Si queremos iniciar una ruta por los vitrales más destacados del arte gótico podemos empezarla por la Catedral de Chartres, que comprende 146 ventanas con 1.359 temas.

Arbotantes y contrafuertes

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Uno de los puntos destacables en el cambio del románico al gótico es la sustitución de los estribos utilizados en el arte románico por arbotantes para reforzar las bóvedas hasta los contrafuertes.

Es la piedra angular de las construcciones góticas. Este tipo de arquitectura necesitaba de refuerzos para poder llegar a las alturas deseadas por los maestros constructores, por tanto optaron por sistemas de refuerzo como los arbotantes o los contrafuertes a fin de mantener la solidez de la estructura.

Muchos de los arbotantes se aprovecharon también como conductores para el agua pluvial y se acaban decorando con gárgolas que lanzaban el agua fuera de la estructura de piedra.

En arquitectura el contrafuerte no es de uso exclusivo de la arquitectura gótica, sino que se va a utilizar recurrente en las construcciones posteriores. Con la llegada del acero como elemento de construcción, la necesidad de los contrafuertes ya no era tal por lo que poco a poco fueron desapareciendo de las nuevas proyecciones arquitectónicas.

Fuente imagen: wikipedia.org

Arquitectura gótica de uso civil

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Como en todas las épocas de la edad media y hasta bien entrada la Edad Moderna, las principales edificaciones eran de carácter religioso. Si bien, durante este periodo de la Edad Media tardía las construcciones góticas también tuvieron una presencia importante en edificios civiles y residencias palaciegas.

Durante este periodo se realizan ciertas mejoras sociales que se van a reflejar en la fastuosidad de las construcciones. No va a buscarse la altura como en las catedrales, pero pasillos con secuencia de arcadas ojivales, capiteles decorados o delgados pillastres van a ser motivos de uso en la arquitectura civil de la época.

La mayor parte de esos edificios tenían una clara funcionalidad administrativa o de centros políticos, pero la burguesía también ve en el arte gótico una inspiración, alejándose de los edificios militarizados y fortificados. En Venecia por ejemplo podemos encontrar el palacio ducal, un claro ejemplo de arte gótico integrado en la administración social de la ciudad.