La tendencia histórica en la gestión de la infraestructura y la tecnología en los hospitales de la mayoría de países se ha orientado a la búsqueda de soluciones a problemas puntuales relacionados al incremento de la capacidad o la modernización del establecimiento.

Estas soluciones han dado como resultado respuestas inapropiadas e ineficientes que han alterado notablemente el enfoque en la prestación del servicio, la distorsión de las relaciones funcionales y el crecimiento desorganizado del número de establecimientos de salud o de los ambientes en los que los servicios están funcionando.

A continuación, profundizamos acerca de los aspectos más relevantes en la proyección arquitectónica y el diseño de centros médicos.

Hacia una nueva concepción hospitalaria

Tradicionalmente, se ha promovido diferenciar el diseño y la construcción de dos tipos de establecimientos generales:

  • Hospitales para pacientes que necesitan atención de emergencia, que incluye trauma, quemaduras, alto riesgo obstétrico etc.
  • Hospitales para la atención de pacientes con problemas crónicos o subagudos que requieren de internamiento o atención ambulatoria. En este tipo de hospitales se incluye el diagnóstico y la cirugía ambulatoria así como facilidades para la atención de urgencias.

Generalmente, la mayoría de los hospitales combinan ambos enfoques en una sola instalación. Esta situación exige que el establecimiento sea flexible con la capacidad de adaptación y expansión. La flexibilidad requiere contar con zonas de expansión para la ampliación o incorporación fácil de los nuevos servicios. También, es fundamental la articulación del hospital con otras instalaciones de salud próximas que facilite compartir recursos para resolver problemas de forma coordinada. En este sentido, el desarrollo de sistemas multi hospitalarios con servicios comunes es una alternativa desde la perspectiva de la optimización de los servicios y la garantía de calidad.

Otro aspecto importante a considerar, es el dimensionamiento de la planta física, especialmente la determinación del número de áreas y ambientes que son necesarias para atender la demanda actual y la futura por lo menos a diez años vista.

 

Fuente imagen: AIA

Programa médico – arquitectónico

Este instrumento técnico determina la dimensión, características, relaciones funcionales de los ambientes y espacios físicos, así  como las características de las instalaciones sanitarias, eléctricas y especiales que son requeridas para el funcionamiento de los equipos, así como otras condiciones que son indispensables para que el personal desarrolle las actividades propias de cada unidad funcional.

El programa médico arquitectónico de cada una de las unidades debe incluir:

  • Objetivos de la unidad
  • Actividades que se realizan
  • Ubicación
  • Relaciones funcionales según las necesidades de comunicación y sinergia entre los diferentes servicios y unidades del hospital.
  • Ambientes y espacios físicos
  • Programa de áreas de la unidad funcional. Se determina las superficies útiles mínimas necesarias para que se realicen las actividades del personal y se coloquen los equipos y el mobiliario. Para la estimación del área total, se debe añadir al programa un coeficiente que represente el ancho de los muros y las circulaciones. Este coeficiente para el caso de la arquitectura de hospitales, es del 30% o más del área total útil de los ambientes y espacios físicos.

Para una mayor efectividad, se recomienda tener otros factores en cuenta a la hora de formular un plan de arquitectura y diseño a fin de conseguir no solo un proyecto sólido, sino perfectamente relacionado con el entorno y sus usuarios.

Fuente imagen: AIA

Diseño y arquitectura eficiente

Para asegurar que el diseño contribuye a la eficiencia en la gestión hospitalaria se recomienda tener en cuenta estos preceptos:

  • Minimización de las distancias para el desplazamiento del personal
  • Fácil supervisión visual de los pacientes hospitalizados
  • Número de ambientes estrictamente necesarios
  • Sistema efectivo para la circulación de los materiales, alimentos y desechos.

Una recomendación en el proyecto arquitectónico que presenta buenos resultados en la óptima gestión de las unidades de servicios ambulatorios, es que se ubiquen en el primer nivel con acceso a las puertas externas del establecimiento de salud.

Flexibilidad y capacidad de expansión

Por diversos motivos, el proyecto de arquitectura puede requerir cambios y modificaciones durante el tiempo de funcionamiento del hospital, por lo que se requiere que en la programación del plan de diseño y arquitectura se consideren algunas de las siguientes recomendaciones:

  • En la medida de lo posible, usar medidas iguales para los ambientes estándar de las unidades, por ejemplo, tamaño de habitaciones, cuarto de limpieza, depósito de residuos…
  • Incluir espacios libres para futuras ampliaciones o expansiones
  • Establecer medidas para la fácil modificación y el mantenimiento de las instalaciones eléctricas, sanitarias y especiales.

Esta facilidad, permite que el personal de mantenimiento efectúe las reparaciones necesarias sin interrumpir las actividades de los servicios y unidades funcionales del hospital, así como la expansión vertical del establecimiento sin alteración de la prestación del servicio.

Fuente imagen: AIA

Ambiente terapeútico

La arquitectura y el diseño siempre tienen que ir en la misma dirección y especialmente cuando hablamos de su aplicación en el ámbito sanitario.

Para ello,  debemos tener en cuenta, que un espacio de servicio de salud debe ser además terapéutico. ¿Cómo podemos identificar que un espacio es terapéutico? Debe reunir los siguientes requisitos:

  • Producen efectos positivos medibles en los resultados clínicos del paciente y en la efectividad del personal.
  • Brinda excelente apoyo al tratamiento físico del paciente.
  • Proporciona apoyo psico-social y atiende las necesidades espirituales del paciente, su familia y el personal del establecimiento.

Mitigación del impacto ambiental

En la operación del establecimiento de salud se recomienda que se incluyan medidas para reducir su impacto sobre el medio ambiente que rodea  a la edificación. Los proyectos der arquitectura de hospitales así como su diseño, deben orientarse a la gestión de grandes cantidades de residuos y al gran consumo de energía y agua, por lo que la mitigación del impacto ambiental debe realizarse desde la proyección de la fase de construcción o remodelación de los nuevos edificios o establecimientos hospitalarios.

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