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Espacio transmisor del túmulo / dolmen megalitico de Seró
Ganadora del Premio Fad de Arquitectura 2013, obra del arquitecto Toni Gironès. En Enero de 2007, los trabajos de construcción de una de las cañerías secundarias de la red de distribución de riego del sistema Segarra-Garrigues pusieron al descubierto los restos de una construcción prehistórica de 4.800 de antigüedad en el municipio de Seró (Artesa de Segre, Lleida). El disparo más excepcional de este descubrimiento fue el carácter megalítico de las losas de piedra arenosa. Y, especialmente, su abundante decoración geométrica esculpida en bajorrelieve, que a la vez representaba fragmentos de antiguas estatuas-estrellas reaprovechadas de un monumento escultórico anterior.
El lugar escogido para proyectar y construir un pequeño equipamiento cultural polivalente fueron los terrenos de dos huertos abandonados junto a la plaza de la báscula del pueblo. Se trata de una construcción realizada con materiales propios de la zona, que a la vez es topográfica porque salva el desnivel de una planta entre la plaza y los huertos.
Una sucesión de rampas suaves con límites ligeros y elásticos de acero corrugado sugieren los tránsitos y escalan las diferentes condiciones del espacio público proyectado. Del mismo modo, una plataforma de arcilla y tierra entre la plaza y el horizonte prepirinenco crea un mirador sobre la cámara de las estrellas desde donde observamos la zona del descubrimiento.
En el interior, el espacio del vino que ideó Toni Gironés ofrece el producto de las cooperativas locales, y a la vez funciona como bar del pueblo. También hay una sala polivalente que alterna el uso cotidiano como centro social, con la introducción a los contenidos de un inmediato espacio museístico donde se documenta el hallazgo y se muestran las piezas del ajuar de la tumba megalítica.
Finalmente se inicia el acceso a la cámara de las milenarias estrellas: un recorrido en espiral cuadrangular y con una casi inapreciable pendiente, rodeados por piezas cerámicas caladas que dejan pasar la luz tamizada, el aire, los olores del campo, la niebla… A medida que avanzamos, va bajando la intensidad lumínica, el pavimento cerámico se va disgregando y al llegar a la cámara la luz cenital, ésta focaliza la mirada sobre la superficie grabada de cada una de las estrellas.
De esta manera, consigue ralentizar el tiempo en un espacio de contemplación preciso, en un plano horizontal de polvo de arcilla que muestra la impronta que deja al pasar cada visitante. Tranquilamente y en sentido inverso, iniciamos la salida hacia el exterior sin poder cruzarnos con otros visitantes. Poco a poco se intensifican la luz y los sonidos, hasta que el horizonte de un campo de trigo nos viene a encontrar y nos devuelve al exterior.
Espacio Público Teatro, La Lira.
El proyecto ganador del Premio FAD 2013 en la categoría Ciudad y Paisaje se encuentra en Ripoll y es obra de la firma RCR Aranda, Pigem i Vilalta Arquitectes. La actuación se sitúa en las inminencias del cruce de los ríos Ter y Freser, aprovechando la energía de los flujos hídricos para forjar el acero y ser referente en la tradición de la industria metalúrgica, y de la conocida en toda Europa «Fragua catalana».
Apoyado sobre la muralla límite con el río Ter, el antiguo centro cultural teatro «La Lira», más tarde derrocado, recupera su carácter público con un espacio «vacío»: la plaza, que evoca el gran escenario que se llena de vida pública, lugar de confluencia, de salida y de llegada.
El espacio fue construido con un único material: el acero. Un espacio que pasa de ser un simple pavimento a convertirse en una marquesina, una cubierta en continuidad con unos vibrantes lados colonizados por la hiedra y las chispas de luz. Un interior de ritmos de materia y vacío, de materia y luz, que crean una pauta en el movimiento, en el discurrir por él. Abierta al río como una nueva puerta a la cual acceder al casco antiguo de la población, la plaza se conecta con el otro lado a través de una pasarela que se convierte en elemento de transición y al mismo tiempo en lugar de estancia. El balcón sobre el Ter cierra un espacio polivalente en el cual se accede desde la plaza por unas escaleras descendentes. Así es como los arquitectos Aranda, Pigem y Vilalta reconquistaron parte de la ciudad, abriendo el vacío y convirtiéndolo en espacio público.
El jurado estimó que merecía ser el proyecto ganador por “el aporte a la mejora urbana del paisaje del río y por su capacidad de transformar un vacío urbano en un lugar céntrico, útil y dinamizador, ofreciendo a la vez nuevas propuestas de movilidad peatonal dentro de Ripoll”.
El edificio público crea espacio público, y al final el espíritu del teatro permanece.
Reforma + Adecuación de vivienda estudio
Ganadora del Premio Fad 2013 en la categoría de Interiorismo, la arquitecta Anna Puigjaner proyectó la reforma de una vivienda y un estudio anexo. El proyecto consiste en una pequeña nave preexistente que antiguamente albergaba unos lavaderos, y cuyo conjunto consistía en un espacio continuo de sección variable de unos 40 metros de longitud en el que apenas entraba luz.
Para mejorar la iluminación interior, la propuesta se centra en la apertura de un patio con sus respectivas ventanas, concebido como una habitación más. Esta estancia exterior divide los 40 metros de longitud en dos zonas. La zona frontal queda abierta a la calle, mientras que la posterior acoge una mesa de 12,5 metros de longitud y se destina a espacio de trabajo. En el patio se ha cuidado especialmente el espesor de los tres nuevos ventanales, recubriendo jambas, dinteles y alféizares de madera, y convirtiéndolos de ese modo, en lugares que permiten disfrutar de ese espacio abierto. Al mismo tiempo, con este diseño se consiguen espacios intermedios útiles gracias a los umbrales.
El resto de los espacios existentes se respetan, añadiendo apenas algunas particiones que refuerzan la relación sutil entre zonas habitables mediante pasos generosos. De ese modo se genera una secuencia visual de espacios concatenados entre sí pero a la vez discontinuos y con entidad propia.