Cuando hablamos de mercados de abastos en España, se nos viene a la mente una imagen muy sólida de edificios grandes y bulliciosos, en los que a veces, de pequeños, acompañábamos a nuestros abuelos cuando tenían que cuidar de nosotros. Hoy en este artículo, conoceremos la intervenciones contemporáneas en mercados de abastos que han dado un nuevo sentido a este tipo de edificación, que ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y no solo ofrecer un mercado como tal, sino que han tenido también que alojar museos, centros de interpretación, o tiendas gourmet.
Estos edificios, muy populares en todas las ciudades por ser núcleos en torno a los cuales giraba la actividad económica de la localidad, han ido cayendo en desuso en algunos casos, obligando a las instituciones de gobierno a buscar fórmulas para su replanteamiento en “mercados gourmet” o gimnasios. En otros casos, ha habido un resurgir muy positivo y hay ciudades que han rehabilitado algunos de sus edificios y los ha vuelto a dotar de mercados, para darle a la ciudadanía unas instalaciones que seguía necesitando.
Por ello, hemos querido hacer una recopilación de 5 intervenciones contemporáneas en Mercados de Abastos de España que deberías conocer, estando algunos en uso como mercados hoy en día, otros reconvertidos a los citados “mercados gourmet” y otros son mercados de nueva construcción.
Índice de lo que podrás leer en este artículo
1 – Mercat de Sant Antoni en Barcelona
Imagen del Mercat de Sant Antoni en Barcelona. De Canaan – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, Enlace
El Mercat de Sant Antoni es uno de los más importantes y grandes de Barcelona junto con el mercado de la Boquería. Esta obra de Antoni Rovira i Trias y Josep M. Cornet i Mas se inauguró en 1882, en el corazón del barrio homónimo, en el sudoeste del Barri Xino. El edificio con esqueleto de hierro ocupa toda una manzana y por supuesto, también tiene sus bares de tapas.
Tras nueve largos años, el mercado ha reabierto sus puertas en 2018, recuperando el aspecto original, el que el arquitecto Antoni Rovira i Trias dibujó e inauguró en 1882. Cosmopolita y globalizada, la capital catalana asume el reto de conseguir que este edificio mantenga el uso para el que se concibió: adquirir productos frescos, pero también ropa y complementos. Tres mercados en uno que vuelven sin haberse ido nunca.
Durante cuatro días a la semana, el mercado goza de una notable afluencia de compradores y curiosos que circulan a través de estas tres grandes zonas: alimentación, ropa y complementos. Además, los domingos se celebran concentraciones de compradores y vendedores de todo tipo de materiales coleccionables como sellos, monedas, chapas y revistas entre otros, también conocido como el mercado Dominical de Sant Antoni.
Este mercado además tiene una zona donde se lucen los restos de un yacimiento romano que se encontró durante las obras, algo que ha sido complejo de gestionar y compatibilizar con su uso como mercado, y que dota a este edificio de 1882 de una singularidad especial.
Toda la rehabilitación ha corrido a cargo del estudio Taller d’Arquitectes Ravetllat-Ribas, que tuvo el reto de no solo rematar la restauración de la planta baja y fachadas, sino que también tuvo que crear el armazón de los puestos de venta, el espacio museístico y el parking.
2 – Mercado de Santa Caterina en Barcelona
Foto de la fachada a pie de calle del Mercado de Santa Caterina, con una vista parcial de su impresionante cubierta. Por John Fader, CC BY-SA 3.0, Link
Barcelona es “la reina de los mercados” y es la ciudad que más se ha preocupado por mantener su legado con respecto a este tipo de actividad. El Mercado de Santa Caterina es una plaza de abastos ubicada en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera de Barcelona. Construido entre 1844 y 1848 sobre un antiguo convento, del que heredó el nombre, es el mercado cubierto más antiguo de la ciudad. El edificio del mercado, espacioso y moderno, se construyó en el espacio que anteriormente ocupó este convento, el de Santa Caterina. El antiguo mercado de alimentación de Santa Caterina muestra tras la reforma del equipo de arquitectos de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue (EMBT) un techo lustroso, ondulante y coloreado, pensado para ser visto desde el aire.
Este mercado se caracterizó siempre por su voluntad innovadora. El mercado de Santa Caterina nacía en 1845 para suministrar comestibles al sector popular del barrio. Hoy día, la modernidad nos recibe desde fuera y nos da paso a un interior con un mercado tradicional, con paradas de alimentación y restaurantes que destacan por la calidad de sus productos frescos, donde podrá encontrar carnes de todo tipo, pescados y marisco, e incluso dos puestos dedicados exclusivamente al jamón, además de un supermercado.
Para este proyecto, Enric Miralles y Benedetta Tagliabue proyectaron una espectacular actuación, cuya pieza más reconocible es la espectacular cubierta ondulada, cuyo diseño realizó el artista Toni Comella.
Esta cubierta es como “un regalo” para los vecinos, ya que desde los balcones de los edificios colindantes se puede divisar mucho mejor que a pie de calle, y este renovado edificio ha revitalizado la zona. Como dato triste, el arquitecto catalán Enric Miralles falleció en el año 2000 y no pudo ver culminada una de las obras que más vuelo dieron a su estudio EMBT.
3 – Mercado de la Encarnación en Sevilla (Metropol Parasol)
Fotografía de Metropol Parasol, una impresionante estructura que alberga el Mercado de la Encarnación de Sevilla. Por OsvaldoGago – Own work, CC BY-SA 3.0, Link
El Mercado de la Encarnación en Sevilla es la razón de ser del proyecto Metropol Parasol, también denominado popularmente como Las Setas de Sevilla.
Hasta 1842 este solar acogía un convento medieval que, con el paso de los años, se convirtió en el primer mercado de abastos de la ciudad de Sevilla. Debido a problemas estructurales se demolió en 1973 y desde entonces hasta ahora, el que fuera un punto neurálgico a nivel económico, se convirtió en un solar vallado durante 37 años, y se le consideraba como una vergüenza para el barrio, ya que los vecinos se encontraban con un solar vallado y los comerciantes del mercado ubicados en un emplazamiento provisional.
En 2005 el Ayuntamiento decide intervenir activamente en la construcción del nuevo Mercado de la Encarnación y comienza la obra para remodelar el espacio con el arquitecto alemán Jürgen Mayer, pero hasta 2011 no se dio por inaugurado el edificio por diversos problemas tanto económicos, como estructurales.
En la actualidad, las Setas de Sevilla contiene a nivel de pie de calle uno de los mercados más actuales de España. En 2.200 metros cuadrados se ubican 40 puestos de frutas y verduras; pescados y mariscos; carnes y embutidos; recova, comestibles, charcuterías, congelados, bares y joyería que comparten también con zonas comunes para carga y descarga, oficina, cámaras frigoríficas, vestuarios, almacén de envases y cocina para preparación de alimentos.
No es solo un atractivo turístico, sino además, un edificio que desde el principio fue concebido para el uso que se le dio inicialmente, el de ser un mercado de abastos. En la actualidad es uno de los monumentos que no te puedes perder de la ciudad de Sevilla ya que además del mercado, es una plaza pública, y un mirador 360º sobre la ciudad, por lo que fue un edificio que rescató el solar original para su uso como mercado, y además contiene un museo arqueológico romano.
4 – Mercado de Colón en Valencia
Fotografía del Mercado de Colón de Valencia, con su preciosa estructura metálica y su fachada modernista. Por Diego Delso, CC BY-SA 3.0, Link
El Mercado de Colón en Valencia fue concebido y realizado por el arquitecto Francisco Mora Berenguer entre los años 1914 y 1916. Ubicado en lo que antiguamente fuera la fábrica de gas del Marqués de Campo, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del modernismo valenciano de principios de siglo. Está declarado además como Monumento Nacional.
Gracias a la reforma llevada a cabo por el Ayuntamiento de Valencia en 2003, el Mercado de Colón se ha convertido en un espacio clave en el que, además de realizar compras, puedes disfrutar de los diferentes locales en los que degustar un gran surtido gastronómico, desde los sabores más variados de la cocina japonesa hasta la cocina de autor de Ricard Camarena. Además, dispone de espacio para celebrar eventos.
Tras un largo periodo de abandono que llevó el edificio a un estado de ruina, en 1997 se redactó un proyecto de rehabilitación por el arquitecto Luis López Silgo, interviniendo en la dirección de las obras, inauguradas en 2003, el arquitecto Enrique Martinez.
El proyecto de rehabilitación conlleva la creación de tres sótanos de aparcamiento, un semisótano comercial y la creación de espacios comerciales en planta baja, en cubos de cristal. También se habilitó la zona de la antigua Tenencia de Alcaldía para uno de los restaurantes, lo que permitió al público de nuevo contemplar la obra del ceramista castellonense Lluis Bru en el techo.
Este emblemático mercado se enclava en el núcleo de una de las zonas de mayor actividad comercial de la ciudad y constituye hoy en día el centro vital de la ciudad de Valencia. No te puedes perder la gran cantidad de actividades que se llevan a cabo en Mercado de Colón, como por ejemplo, el Zoco, que tiene lugar una vez al mes. Si no sabes qué hacer en Valencia en fin de semana, esta es una buena opción.
5 – Mercado del Carmen en Huelva
El antiguo Mercado del Carmen fue inaugurado el 20 de enero de 1868, con motivo de la celebración de las fiestas en honor de San Sebastián, Patrón de la ciudad de Huelva. Su ubicación, en el corazón del Barrio del Carmen, supuso un hito que configuraría el desarrollo de la ciudad en el siglo XIX. Y así fue, el 9 de febrero de 2010 se reinauguró nuevo Mercado del Carmen, diseñado por Joaquín Aramburu y situado en el barrio de Pescadería, a apenas 50 metros del antiguo, para continuar la tradición.
El nuevo edificio cuenta con una superficie de 30.000 metros cuadrados, de los cuales, 5.900 están dedicados a la venta. Cuenta con 189 puestos al servicio de los onubenses: 61 de pescado; 49 de carnes y embutidos; 46 de fruta y verduras y 33 puestos dedicados a varios productos, como pastelería, panadería, churros, flores, estanco, golosinas. Además, cuenta con servicio de cafetería, zona de carga y descarga subterránea y nueve puertas de entrada.
Este mercado siempre se ha caracterizado por la calidad y frescura de sus productos, además de, por supuesto, el servicio y cercanía de los comerciantes que trabajan allí. En la actualidad no es sólo un importante espacio para la venta de productos frescos, sino también un gran atractivo cultural y turístico tanto para visitantes extranjeros como para los propios onubenses.
¿Conoces más intervenciones contemporáneas en mercados de abastos ?
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