El Parque Valdefierro está situado entre la ciudad de Zaragoza y el Canal Imperial de Aragón y ocupa un total de once hectáreas que tienen un desnivel de más de nueve metros. Había sido utilizado durante años como un pozo de arena y más tarde como lugar para dejar los residuos procedentes de las construcciones de la ciudad.
El proyecto es obra de los arquitectos Héctor Fernández Elorza y Manuel Fernández Ramírez y surge de su propio entorno. Un sistema de muros, construidos con grava y cascotes mezclados con cemento, dibuja todo el parque. Los muros tienen un gran espesor de hasta 1,8 metros que se aprovecha para distribuir el espacio en terrazas y determinar la topografía del parque. El parque entero juega con la geometría y el orden: los grandes muros permiten generar los límites con el río, sirviendo como telón de fondo para el canal. A la vez que su grosor permite esconder las escaleras, las rampas que se alzanentre paredes de hormigón. Por el contrario, se dejan libres tres grandes terrazas para plantar los árboles.
Los muros son los protagonistas de Valdefierro, proporcionando orden, elegancia y austeridad al proyecto. Su textura rugosa contrasta con las paredes lisas de hormigón, que se entrelazan con los muros para generar las zonas de circulación que nos permiten ir desde las calles del barrio hasta las tres grandes terrazas horizontales del parque, diseñadas para que los residentes las adapten a sus actividades y necesidades.
Aquí el tiempo se para, los muros infinitos parecen alfombras gigantes que esconderán infinidad de conversaciones privadas.
Imágenes: www.dezeen.com
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