En un amplio solar del centro de Girona, rodeada de altos bloques residenciales, y junto a la transitada avenida Emili Grahit, se erige un edificio singular. Se trata de la biblioteca de Girona Carles Rahola, la biblioteca pública más grande de Cataluña y, sin duda, la que muestra una arquitectura más espectacular.

Fotografía: Pepo Segura

Debido a sus condiciones urbanas y a sus dimensiones, la Carles Rahola se diseña con una geometría abstracta, un cuadrado perfecto, que determina su carácter de edificio público y lo diferencia de las viviendas residenciales que lo envuelven.

Su superficie alcanza los 7.121 m2, una cifra que multiplica por siete la superficie de la anterior biblioteca pública, situada en la Casa de Cultura de la ciudad. El espacio que ocupa la actual biblioteca de Girona juega con las aperturas y los espacios verdes con el fin de conseguir espacios diáfanos y luminosos.

 

Fotografía: Pepo Segura

A parte de la entrada natural de luz, el equipamiento destaca por su iluminación, que ejerce un papel relevante y metafórico. Eugeni d’Ors, escritor y filósofo catalán, defendía que las bibliotecas debían ser un faro de conocimiento y cultura.

Según la directora del centro, Lourdes Reyes, es exactamente esta idea la que han querido plasmar al iluminar la biblioteca. La biblioteca Carles Rahola ya es, sin duda, el faro de la ciudad. Un faro que cuenta con la certificación energética ‘Clase A’ de la Unión Europea por seguir estrictamente criterios de sostenibilidad. Estos se ven reflejados en la apuesta por la luz natural, la construcción con materiales reciclables, el aislamiento térmico mediante fachadas acristaladas y un sistema de paredes y patios verdes.

Fotografía: Pepo Segura

Aunque su estética sea inusual en una biblioteca, este diseño no interfiere en absoluto en su funcionalidad. La Carles Rahola abandera la interacción social, a la vez que cumple con su papel tradicional como biblioteca, lugar de lectura, estudio y reflexión. Además del espacio de lectura, la biblioteca cuenta con numerosos servicios, entre los que destaca una sala con 80 ordenadores, una sala de proyección y diversas aulas de formación.

Con un fondo bibliográfico de 290.505 documentos, la Carles Rahola está especializada en artes escénicas, cocina, cultura judía, salud mental y, sin duda, en la ciudad de Girona.

Fotografías: Pepo Segura