El estilo nórdico se ha impuesto cómo una de las tendencias más seguidas en interiorismo y decoración. La utilización del blanco puro en las paredes o la madera clara en muebles son sólo dos de sus señas de identidad. En BJC te mostramos de qué manera puedes aplicar este estilo a tus próximos proyectos.
Índice de lo que podrás leer en este artículo
El color blanco, clave del estilo nórdico
El blanco es el color por excelencia que debes emplear para que tu proyecto tenga un marcado estilo nórdico. La gran luminosidad que aporta esta tonalidad compensa la escasez de luz propia de países como Suecia o Noruega, aportando una más que necesaria claridad en las estancias.
Apuesta por este color, o alguna variante cromática en tonos muy claros, para paredes y techos. De esta forma, conseguirás un efecto integrador de todas las estancias en el conjunto de la vivienda o local, a la vez que obtienes un extra de luminosidad.
No temas a la hora de aplicar el color blanco en los suelos. Es una solución perfecta para obtener una mayor sensación de amplitud en espacios con escasos metros cuadrados, y también para darle un nuevo aspecto a elementos ya existentes, en caso de que los hubiera, como suelos de madera o chimeneas.
El blanco se extiende también a las cocinas y cuartos de baño. Una apuesta segura son los azulejos tipo metro, de los que hablamos en nuestro post sobre las últimas tendencias en decoración para 2017, ya que su acabado brillo logra multiplicar la luz que entran a través de las ventanas o que aportan elementos como las lámparas, consiguiendo una mayor claridad en las estancias. Para proyectos donde el cliente prefiere un estilo más tradicional, opta por la lechada en color blanco, pero para dar un toque de modernidad no dudes en elegir el color carbón por su elegancia y sofisticación.
Madera natural para proyectos de interiorismo nórdico
La madera es uno de los materiales más utilizados en los proyectos de interiorismo y decoración de estilo nórdico. Su capacidad para aportar calidez a los espacios es una de sus principales ventajas, de ahí que se use en suelos y en la mayor parte del mobiliario.
Principalmente se emplean tonos claros y ligeramente mates que contribuyen a la creación de un ambiente natural, de ahí que las maderas de pino, roble, haya o abedul sean algunas de las que mejor pueden encajar en tu proyecto.
Instala el mismo tipo de madera en el suelo de todo el espacio, salvo en estancias como el cuarto de baño donde se puede optar por el radiante. De esta forma, tu diseño respirará armonía en su conjunto.
Incorpora piezas icónicas como la silla CH24 de Hans J. Wegner, con la que podrás crear un comedor de estilo escandinavo gracias a la composición de cuatro o seis de ellas alrededor de una mesa de madera maciza.
También puedes añadir elementos de fibras vegetales como el ratán o el esparto en forma de detalles decorativos. Uno de los más utilizados son las cestas, que se han convertido en un auténtico must en salones o dormitorios infantiles de estilo nórdico, donde pueden cumplir una doble función como cajoneras u originales “maceteros” para plantas.
Por último, recuerda incorporar ese toque de madera en dispositivos eléctricos como los interruptores. Este tipo de piezas, como por ejemplo el modelo Roble de bjc Mega, se convertirán en elementos de distinción dentro de tu diseño.
Decoración nórdica: geometría en blanco y negro
Como hemos comentado, el blanco es el tono protagonista en la decoración de estilo nórdico. Pero para evitar un diseño demasiado monótono es necesario incorporar un toque de color a tu proyecto en elementos decorativos como cojines, alfombras o cuadros.
El negro es el color complementario por excelencia para este tipo de estilo, ya que combina a la perfección con la luminosidad que aporta la tonalidad blanca, aportando un toque de distinción y sobriedad. Un ejemplo claro lo encontramos en el proyecto del ensanche de Barcelona realizado por el estudio Dröm Living, donde además lo utilizan para añadir un punto de contraste entre la zona de comedor y de descanso.
Si prefieres añadirlo en pequeñas dosis, lo más recomendable es que lo hagas en mantas, cojines o alfombras, mediante motivos geométricos como triángulos, hexágonos o simples líneas rectas. El objetivo final es obtener un diseño que presente una estética muy ordenada y minimalista.
Juega también con diferentes texturas, apostando siempre por telas naturales como el algodón o el lino en tonalidades que vayan desde el blanco roto hasta el gris. Esta gama cromática es perfecta para los dormitorios, donde lograrás crear una sensación de relax y paz. Si buscas un elemento que aporte más calidez, las mantas de lana o piel de oveja son perfectas para conseguirlo.
Sencillez y funcionalidad, claves de este estilo
Las líneas sencillas en los diseños son básicas para que tu proyecto tenga un marcado estilo propio de los países escandinavos.
El mobiliario debe seguir unas líneas muy depuradas, pudiendo combinar acabados rectos con otros que incluyan un suave grado de curvatura. Estos últimos cada vez cobran más protagonismo sobre todo en piezas como en sillas o mesas auxiliares, tal y como podemos ver en la composición Winter Wonderland de Nathan+Jac.
Para lograr la increíble sensación de amplitud que consigue proyectar esta corriente, la elección del mobiliario es fundamental. Las máximas deben ser la funcionalidad y la ausencia de elementos innecesarios que recarguen el espacio. Por eso, lo más recomendable es incorporar únicamente las piezas esenciales que requiera el proyecto, teniendo en cuenta las prestaciones que busca el cliente así como su funcionalidad.
Acabados mate, hacia el estilo nórdico 100%
Como comentábamos líneas arriba, todos los elementos funcionales deben presentar un aspecto depurado y sencillo. Uno de los aspectos clave para conseguir un espacio lleno de serenidad es el uso de elementos con acabado mate. En este sentido, uno de los artículos que siempre olvidamos incluir en un plan de interiorismo son los mecanismos eléctricos.
Para dar solución a esta necesidad, BJC presenta una novedosa gama de mecanismos eléctricos con acabado mate de la gama Miro black & white, donde se encuentra el estilo y la influencia de la última escuela Bauhaus. Miro es capaz de mostrar, con su línea el concepto de novedad y distinción del que sólo gozan las cosas bien hechas.
La serie de alta calidad presenta un acabado perfecto en todos sus detalles, con un carisma más exclusivo y moderno. Las formas, las superficies y los materiales configuran una unidad armoniosa que satisfacen las elevadas expectativas de los clientes a la calidad estética y al tacto.
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